viernes, 5 de julio de 2013

EXPEDIENTE DE LOS SUCESOS OCURRIDOS EL 30 DE JUNIO EN ARAHAL POR LA FACCIÓN REPUBLICANA

Recientemente hemos adquirido una copia de un expediente conservado en el Fondo Osuna de la Seccion Nobleza del Archivo Histórico Nacional relacionado con los famosos y dramáticos sucesos ocurridos en Arahal la noche del 30 de junio de 1857. El documento se titula “Expediente de los sucesos ocurridos el 30 de junio en Arahal por la facción republicana” [1] y consta de mas de 70 páginas conservadas en muy buen estado. El expediente contiene insertos documentos muy interesantes, como por ejemplo, la exposición oficial de los hechos que realizan el Alcalde y los vecinos de Arahal y que va dirigida a la mismísima reina, o una relación detallada de las tierras del Duque de Osuna en Arahal en esta fecha.

Existen diversas teorías sobre lo ocurrido esa tarde de junio en Arahal, destacando la versión oficial que relatan las actas del Pleno del 4 de julio de 1857 y en la que se culpa de todo a una facción republicana dirigida por Manuel María Caro y secundada por algunos vecinos radicales del pueblo que arrasaron los archivos, documentos, libros y muebles del Ayuntamiento, Casino, escribanías públicas y Administración Eclesiástica. No obstante, cabe destacar también la teoría que dejan caer autores como Joaquín Guichot o Antonio Jiménez Pérez en la que postulan que el incendio del Archivo y los demás destrozos pudieron tener detrás una "mano inductora" y estar motivados por el interés de los grandes terratenientes, entre los que destacaba el Duque de Osuna, de preservar sus derechos frente al Ayuntamiento (son de sobras conocidos los diversos pleitos entre la Casa Ducal de Osuna y el Concejo de Arahal debidos a intereses territoriales y económicos).  

Revisando el citado expediente, destaca uno de los documentos insertos, concretamente, una comunicación por carta del Administrador de la Casa de Osuna en Arahal, Don Antonio Pece, al Duque de Osuna, fechada el 8 de septiembre de 1857 , en la que, tras asegurarle que le enviará una serie de documentos (certificado del acta del Pleno del Ayuntamiento relatando lo ocurrido, declaraciones, etc.), le propone “aprovechar” los acontecimientos para garantizar la legitimidad de la propiedad de las tierras del Duque frente a los intereses del Ayuntamiento. Los títulos de propiedad existentes en la época (y conservados, como se ha mencionado ya, en las escribanías públicas y en los Archivos del Ayuntamiento y de la Administración del Duque) amparaban las propiedades y otros derechos reales y gravámenes a favor de la Villa y sus vecinos frente a la Casa de Osuna y los grandes propietarios. No obstante, la presión, o más bien dicho, la coacción de estos señores jurisdiccionales inutilizaba dichos derechos, motivado, en buena parte, por la falta de una  disciplina oficial en las escribanías públicas.

La confesión del Administrador del Duque en Arahal refuerza la tesis que plantea Antonio Jiménez Pérez en sus Notas Históricas de Arahal [2]. Según el autor, ante la inminente llegada de la nueva Ley Hipotecaria que crea el Registro de la Propiedad y el cuerpo de Notarios del Estado (1861), los inmuebles de cualquier naturaleza quedarían registrados con plenas garantías y con todas sus cargas tributarias. Con esta nueva ley, los intereses del Ayuntamiento y sus vecinos se verían reforzados poderosamente frente a los de la Casa de Osuna. Con el incendio de la documentación del Archivo Municipal y las escribanías fueron eliminadas también todas las pruebas que garantizaban esos derechos a favor de terceros. Además, el Administrador de la Casa rebela que, gracias a la intermediación del diputado provincial por este partido, Don Manuel de Torres, se pudo conseguir que la Diputación Provincial denegase al Ayuntamiento los recursos de fondos que pedían por una usurpación de tierras municipales por parte del Duque y se declarase el expediente suspenso o apagado. Esta declaración, que se repite después en otra carta del expediente, no despeja el misterio de la quema de los archivos pero nos da motivos para pensar que pudo ser algo más que una insurrección de tipo ideológica.

A continuación, paso a transcribir un fragmento del citado texto en el que el Administrador de la Casa de Osuna de Arahal le plantea al Duque sacar provecho de la situación:

“… El archivo quemado, a pesar que tenía bastantes legajos, la mayor parte de los esenciales estan en esa Corte, pero para aprovechar circunstancias tan favorables he creído convenienisimo señalar como incendiada toda esa clase de documentos que hace referencia la declaración, por que en los presentados por V.E., principalmente para el reconocimiento de títulos el 38, pusieron tantos obises los enemigos de la Casa de V.E. que eran todos los individuos del Ayuntamiento, tanto por lo que respecta a la legitimidad cuanto por el tanto de la cabida de tierras de los cortijos y donadios, pues todos fueron medidos el año de 38; y según el resultado que sacaron, suponía el Ayuntamiento tenía V.E. hecha una grande usurpación de ter-/ renos; por lo que entablaron la demanda, la que no se continúo por que hayandose de Diputado Provincial por este partido Don Manuel de Torres, colono de la Casa, pudo conseguir que la Diputación provincial denegase al Ayuntamiento los recursos de fondos que pedían, y quedo por lo tanto suspenso o apagado este expediente…".


Para terminar, comentar que estamos pendientes de la firma de acuerdo de colaboración con la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional para difundir el expediente a través de Internet. Mientras tanto, se puede consultar directamente en el Archivo Municipal.





[1] ESPAÑA. MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE. ARCHIVO HISTÓRICO DE LA NOBLEZA, OSUNA, C. 1292, D.278-292
[2] JIMÉNEZ PÉREZ, Antonio, Notas Históricas de Arahal. Excmo. Ayuntamiento de Arahal, 1972, Arahal (Sevilla).